Octavo Básico

Luego de leer lo que le di antes de llegar al salón, levantó levemente la cabeza, me miró por encima de los marcos negros que pendían de su puntiaguda nariz, esbozó una sonrisa, la que rápidamente se esfumó dando paso a una mirada más profunda; una sombra se posicionó en las cuencas sus ojos, sombra que hizo juego con el espeso bigote que adornaba su tosca forma labial. Tomó asiento. El olor a tabaco que salía de sus amarillentos dedos entrecruzados sobre la mesa me impacientaba. Casi transpirando, apretaba con mis pequeñas manos el papel de dulce que tenía en el bolsillo de la cotona. Observaba y esperaba la respuesta, de a poco perdía la esperanza ante el largo silencio del profesor:
- Está bueno, se imprime...
Y logré entrar en la revista escolar.

1 comentarios:

The Bside Of The Leisure dijo...

acá cada instante esta sobremirado de la mayor cantidad de puntos distintos, como puros fragmentitos de novelas distintas tirados al azar, que en conjunto forman algo nuevo, una gran novela de cortos instantes que derrepente se hacen eternos... la vida misma.

Saludos, agregado a blog :)